¿Alguna vez habéis tenido un sentimiento profundo de soledad? ¿De vacío? ¿Por qué a pesar de estar rodeados de personas seguimos teniendo ese sentimiento una y otra vez? ¿Hacia dónde enfocar la vida?

Todos buscamos la felicidad y la estabilidad en nuestras vidas, e intentas luchar por ello, pero de qué sirve cuando una y otra vez te caen golpes por todas los flancos. Sientes que haces bien las cosas y en cuanto menos lo esperas llega alguien o algo que te hace sentir de nuevo inútil, vacío, haciendo el más grande de los ridículos una y otra vez, una y otra vez más. Todo va bien hasta que deja de ir. Realizas tu vida con una sonrisa en la cara nacida desde la primera hora de la mañana y sin esperarlo recibes una llamada que te la borra de un plumazo. Todo se ha ido al garete y sigues sin explicarte por qué. ¿Qué ha pasado ahora? ¿Por qué la vida juega contigo de esa manera? Sabes que no te mereces en absoluto lo que te ha pasado y está pasando, pero sin embargo a tu alrededor ves que la gente no sufre la misma suerte que tú pese a que muchos de ellos tengan más probabilidades humanas de que les suceda. Te vuelves a sentir vacío, sin sentido en la vida.
Preguntándote una y otra vez hacia dónde va tu existencia cada vez encuentras menos respuestas, todo se hace cuesta arriba aún cuando creías que todo se encaminaba correctamente y que estabas actuando bien. Pero te has vuelto a equivocar. Cómo no, “la vida es así” dicen muchos. Pero no, no me valen paños calientes, la vida no puede ser así. No puedes darlo todo y no recibir nada a cambio. No me sirve el argumento de que si haces algo mal te viene de vuelta duplicado... ¿Pero qué pasa? ¿Qué a la inversa no funciona? Ah! Sí, claro que funciona: haces algo mal y se te devuelve duplicado; haces algo bien y se te devuelve con algo malo. No tiene sentido. Sigo sin entenderlo.
Pero bueno, supongo que es lo que hay y es como debes vivir la vida, aceptando las cosas como te vienen y teniendo que escuchar a tu alrededor frasecillas tan “simpáticas” como que para poder ver el sol primero tienes que ver la tormenta. ¡Juas! A mí eso no me vale, a día de hoy no me va el masoquismo ni muchos menos la indiferencia.
Cada día parece estar más claro que para que la vida no te golpee tienes que ser un auténtico cabrón, dejarte puesta la coraza de hierro que todos tenemos al comienzo, y que las palabras que intenten quitártela se queden única y exclusivamente en eso, en palabras. Nadie ni nada puede tener la llave para quitártela, y más cuando se espera que te la quites para desangrarte por dentro, consciente o inconscientemente, pero a la hora de la verdad el que se queda vacío y con sentimientos ridículos eres tú y no lo demás.
¿Solución? Cada uno que se plantee la que crea mejor para sí mismo. Pero yo os diré algo, yo soy como soy y así seguiré siendo. Puedo, y de echo lo hago, dormir todas las noches con la conciencia muy tranquila y pretendo seguir así hasta el fin de mis días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario